Tras la muerte de la reina Isabel II, algunos de sus más cercanos colaboradores podrían perder sus trabajos. Cerca de 20 empleados serían desvinculados de sus labores, entre ellos el equipo de vestidoras de la monarca, el fogonero y un jardinero, quienes ya fueron advertidos de los próximos cambios en la residencia real.
Según The Mirror, este lunes, horas antes del funeral de la reina, algunos empleados de la monarca fueron contactados por Sir Michael Stevens, Keeper of the Privy Purse, para comunicarles que habría una reestructuración en la nómina de los empleados tras el deceso de la monarca.
El responsable de la gestión financiera de la Casa Real se habría puesto en contacto con el equipo de mujeres encargadas de vestir a la reina, el hombre a cargo de avivar el fuego para la calefacción de la monarca y el jardinero, entre otros. El medio británico consigna que los trabajadores se encuentran temerosos por su futuro laboral.
“Se anticipa que solo una minoría muy pequeña de empleados (menos de 20) que brindaron servicios personales a Su Majestad verán afectados sus puestos”, decía la misiva enviada a los empleados reales.
Los trabajadores se reunieron durante este martes con el Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales, para conversar la situación. “Nuestros miembros están decepcionados. Trabajaron para la Reina durante años y se sienten defraudados por la decisión de dejarlos ir”, señaló Mark Serwotka, jefe del sindicato.
La gran cantidad de cambios que vivirán los empleados personales de la reina, se suman a los trabajadores que asistían al nuevo monarca en su residencia de Clarence House que podrían tener la misma suerte. Se estima que 100 empleados pierdan su trabajo luego de la mudanza del rey Carlos III al Palacio de Buckingham, en Londres.