Fue en 2020 cuando el príncipe Harry (38) renunció a sus labores reales para comenzar una vida alejada de ese ajetreo al lado de Meghan Markle (41), su esposa, y con quien tiene dos hijos Archie (3) y Lilibet (1), a quien la reina Isabel II (96) tuvo la fortuna de conocer en sus últimos días de vida.
Aunque mucho se rumoró sobre los sentimientos de la fallecida monarca en ese momento, ha sido uno de sus mejores amigos de la soberana quien reveló, a través de un nuevo libro, que se sintió "muy herida" por la decisión de su nieto.
A la pareja se le permitió dejar a la monarquía pero no pudieron usar sus títulos de Su Alteza Real en su búsqueda por ser financieramente independientes. En ese momento, la Reina agradeció a la pareja por su trabajo "dedicado" y agregó: "Es la esperanza de toda mi familia que el acuerdo de hoy les permita comenzar a construir una nueva vida feliz y pacífica".
Un extracto publicado en Vanity Fair afirma que la difunta reina Isabel II le confió a un amigo cercano que estaba agotada por la decisión: "Ella estaba muy dolida y me dijo: 'No sé, no me importa y no quiero pensar más en eso'".
La misma fuente agregó que el rey Carlos III está "dolido y decepcionado, pero siempre ha dicho que su amor por Harry es incondicional". Además, agregó que el rey quiere tener un papel activo como abuelo de Archie y Lilibet. Los duques de Sussex desean regresar lo más pronto posible a Estados Unidos para reunirse con sus hijos.
Harry estuvo en los honores que se realizaron a la reina Isabel II, quien falleció en Escocia el pasado 8 de septiembre, incluso se le permitió utilizar su uniforme militar para la vigilia a su ataúd en la Abadía de Westminster.