Pese a que muchos no lo notaron, Meghan Markle (41) rindió un homenaje oculto a la reina Isabel II con su look para despedir a la monarca y no sólo con los accesorios, sino que con toda su vestimenta.
La duquesa de Sussex portó las joyas que le regaló la soberana en 2018, unos aretes de perlas y diamantes, pero además ocupó un elegante vestido de capa negra de Stella McCartney, que tenía un mensaje especial.
No es la primera vez que se le veía a la esposa del príncipe Harry usando este modelo, ya que en el 2018 usó el mismo vestido, pero en azul marino, para la celebración del cumpleaños 92 de la soberana en el Royal Albert Hall.
"Todo su look era sobre la Reina de hoy. Habla de lo considerada que está siendo Meghan", escribió un fan de la duquesa en Twitter.
El elegante vestido cumplió a la perfección con el protocolo y el código de vestimenta del funeral, que consiste en vestidos o abrigos negros hasta la rodilla, junto con sombreros negros y velos opcionales.
La duquesa de Sussex no estuvo en el cortejo fúnebre de la reina con su esposo, el príncipe Harry. Meghan llegó más tarde a la Abadía de Westmister, donde se le vio muy afectada y con permanentes lágrimas en sus ojos.