Kate Middleton (40) conversó con el gobernador de Australia, David Hurley (69), y le confió lo que sus hijos han comenzado a externar tras la muerte de su bisabuela, la reina Isabel, quien falleció el pasado 8 de septiembre a los 96 años.
Fue el sábado cuando la princesa de Gales compartió con Hurley cómo sus tres hijos: George, de nueve años, la princesa Charlotte, de siete, y el príncipe Louis, de cuatro, han sobrellevado la pérdida la monarca y los comentarios que le han hecho al respecto.
En el caso del príncipe George, el mayor de sus hijos, comentó que "ahora se estaba dando cuenta de lo importante que era su bisabuela y de lo que está pasando", esto de acuerdo con la información de Daily Mail.
Aunque, las palabras más devastadoras vinieron del pequeño Louis quien, de acuerdo con Kate "Está haciendo muchas preguntas", tras la muerte de la soberana.
Una de esas grandes incógnitas del menor y por la que se mostró sumamente preocupado fue cómo serán sus visitas ahora que la bisabuela ya no está.
"El más joven ahora está haciendo preguntas como: ¿Crees que todavía podemos jugar estos juegos cuando vamos a Balmoral y cosas así, porque ella no va a estar allí?" recordó Hurley.
Hace unos días, Margaret Rice, experta australiana, compartió con Daily Mail Australia cuál es la mejor forma para hablar con los niños sobre la muerte de Isabel II y en ese momento señaló que lo mejor era hablar sin rodeos, por muy pequeños que fueran.
"Los niños experimentan dolor y pérdida desde una edad muy temprana. Querrán hablar bastante sobre eso, y pueden repetir preguntas, puedes pensar que has respondido a las preguntas al respecto, pero vuelve de otra manera, y eso es normal.
"Todos son diferentes, si su hijo sigue queriendo hablar de ello, reúnase con ellos donde están, sean pacientes mientras hacen las preguntas. Es importante ser honesto acerca de sus emociones con sus hijos, sea cual sea la edad del niño. La forma más sencilla es decir ella murió, asegúrese de usar la palabra muerte y morir y sea directo", dijo Rice.