Vestidos de riguroso luto, los dos hijos del primer matrimonio de la reina Camila (75), Tom (47) y Laura (44), llegaron hasta la abadía de Westminster en el más absoluto de los sigilos, tratando de pasar inadvertidos, y apenas saludando a quienes por supuesto los reconocieron.
Hijos de la unión de Camila con Andrew Parker-Bowles (83), con quien se casó en 1973 y se separó en 1995, Tom se unió a la familia de su hermana Laura, quien llegó acompañada de su esposo, Harry Lopes, y los hijos de ambos, Eliza, Gus y Louis.
El grupo asistió especialmente invitado por la reina Camila, con quien tienen una cercanía muy especial, aun cuando Parker-Bowles ya lleva más de de un cuarto de siglo separada del padre de sus hijos. Ahora, con la muerte de Isabel II, ambos recibirán algunos privilegios reales, pero por ningún motivo estarán incluidos en la línea de sucesión.
Tom Parker-Bowles es un destacado crítico gastronómico, autor de siete libros sobre cocina, quien en 2010 recibió el premio Guild of Food Writers por sus obras sobre técnicas y opiniones culinarias, y que aparece regularmente en programas de televisión ligados a la comida. Hace menos de un año se separó de Sara, una crítica de moda, quien no apareció en el funeral.
Laura Lopes, quien tomó el apellido de su esposo Harry, uno de los herederos de la multimillonaria familia Astor, se desempeña como crítica de arte. Su hija Eliza fue la niña que portó el ramo de flores para el matrimonio de los príncipes de Gales, William y Kate Middleton.