El príncipe William (40) se mueve como si ya estuviera pensando como rey, mientras que su hermano, el príncipe Harry (38), se ha dejado llevar por sus emociones. Esa es una de las principales conclusiones que entregó una experta en lenguaje corporal, luego de examinar minuciosamente el comportamiento de los dos nietos de la reina isabel II, durante la ceremonia del sábado del funeral de Estado.
Este sábado ambos estuvieron en el Westminster Hall junto a los otros seis nietos para homenajear a Isabel II, quien yacía en su ataúd real y era objeto de uno de los más grandes tributos que el pueblo británico haya hecho en décadas.
Judi James, la especialista en cada movimiento, precia que William ha demostrado en todo momento su conducta de ser el próximo de la sucesión monárquica, contrariamente a Harry, que según la experta, "ha vivido en silencio emocional", también muy orgulloso "de estar de vuelta con su uniforme" militar.
William ha estado "liderando a los nietos y con la mandíbula apretada", señala James, quien agrega que ha progresado muchísimo en términos de su rol de príncipe de Gales y como futuro rey en la línea, desde la muerte de Isabel II.
Asegura que Harry, por su lado, ha evidenciado una mejoría en cuanto a sus señales de timidez y ansiedad que mostró los primeros días tras el fallecimiento de su abuela, y que este sábado "parece haber crecido en estatura y confianza".
Para la experta, los movimientos y gestos de William lo delatan como el "claro instigador y líder de la reunión con Kate, Harry y Meghan en Windsor, y manejó la difícil salida con altos niveles de confianza física. Su paseo entre la multitud antes de la vigilia mostró su lado atractivo y social. Y en la vigilia misma, parecía la roca de la que los demás estaban sacando fuerzas".
Distinto fue la expresión de Harry, quien a juicio de Judi James, "caminó detrás de su hermano con una mirada reflexiva y un ligero movimiento de mandíbula. Su postura y su andar en la marcha reflejaban orgullo por volver a vestir el uniforme, pero en general se trataba más de una experiencia tranquilamente emocional. En su uniforme, se volvió militar: inexpresivo y erguido con su boca apretada como una suave línea horizontal".
William y Harry lideraron al resto de los nietos
De acuerdo a la mirada de la especialista, los ocho nietos exhibieron "una valentía comunitaria formidable", al referirse a cómo cada uno tomó su lugar con una singular quietud.
"De cerca era casi imposible verlos respirar. Contuvieron las lágrimas y no mostraron signos de nerviosismo o tensión, solo dignidad y sentido del deber", señala Davis.
Para la especialista, Ana, Zara y Peter fueron "una presencia de apoyo" para los dos príncipes mayores. "Zara caminó con determinación y confianza, aunque vaciló en el último momento, dejando caer algo o perdiendo un zapato en la parte superior de los escalones y deteniendo la fila mientras se inclinaba para recuperarlo".
Judi James manifestó que "Zara y Peter mostraban con sus rostros cierta cantidad de tensión muscular, con una mirada de determinación en el movimiento de sus mandíbulas. Beatrice y Eugenie han estado tan abiertamente emocionadas por la pérdida de su abuela, tanto llorando como abrazándose o dándose la mano, pero este sábado aplicaron una especie de autocontrol, sin intercambiar miradas ni miradas de apoyo, pero manejando sus vigilias en quietud y silencio".
El grupo de nietos desciende las escaleras de Westminster Hall