Celebridades

Reina Isabel II dejó que su asistente pueda escribir un libro con los últimos días de vida

La reina, además, le garantizó otros beneficios a Angela Kelly, una de sus confidentes más cercanas

Si bien Angela Kelly lloró auténticamente la muerte de la reina Isabel II el pasado jueves, su dolor se verá de alguna manera consolado. La dignataria se aseguró en vida que su asistente quedara con variados beneficios una vez que ella falleciera.

Hija de un modesto estibador del puerto de Liverpool, Angela Kelly partió como ayudante de vestuario de la realeza, pero con el tiempo, y en virtud a su conocimiento de la moda, su rol fue ascendiendo junto a la reina.

Fue en la última década que Angela Kelly se transformó en una de las asistentes más requeridas por Isabel II, llegando a ser una de sus confidentes insustituibles para labores más propias de la rutina que para compromisos monárquicos.

La ayudante de la reina jugó un papel relevante durante la pandemia, cuando el equipo de Isabel II fue alejado de la dignataria para mantenerla lo más segura posible del riesgo de contagio, debido a su avanzada edad. Pero Kelly fue una de las pocas personas que se quedó cerca de la monarca, y de modista también pasó a ser su asistente directa, peluquera y maquilladora.

En uno de los dos libros sobre sus memorias ya publicados, la asesora cuenta cómo se conformó un anillo de seguridad, libre de Covid-19, para que Isabel II siguiera con comodidad y con sus actividades normales mientras el Reino Unido enfrentaba la pandemia con un alto nivel de positividad. Kelly contó que un equipo sacrificó ver a su familia, para estar con la reina. Ella fue una de las que se quedó con la monarca.

Reina Isabel II premió al equipo durante la pandemia

Una de las anécdotas más notables de ese difícil período, recuerda Angela Kelly, fue un día de "Olimpiadas de la Burbuja" organizado por el equipo de cuidado de la reina. Aquel día, se organizaron carreras de relevos, juego de cartas y una actividad con globos de agua. Cuando terminó la competencia, vieron aparecer a Isabel II que traía las medallas para premiar a los ganadores.

La simpatía que Isabel II tuvo por Angela quedó ilustrada en diversas rutinas. Kelly era una de las encargadas de ponerla al día en noticias ligadas a las historias de las telenovelas que veía la reina. Testigos de las dinámicas al interior del palacio de Windsor, cuentan que muchísimas veces la monarca y la ayudante entablaban conversaciones muy relajadas sobre temas tan pedestres como los dramas ficticios que emitía la televisión. 

Cuando la reina comenzó a presentar mayores problemas con su movilidad, Angela Kelly asumió tareas de dama de honor. Era la encargada de irla a buscar y dejar a sus habitaciones, o acompañarla en el caso que no tuviera una agenda oficial. Incluso en algunas apariciones públicas, Angela Kelly se sentó cerca de ella para ayudarla cuando debía movilizarse.

Isabel II agradeció la lealtad de Angela Kelly con beneficios

Más allá del permiso que obtuvo para hacer dos libros sobre sus memorias en la Casa Real que ya han sido publicados, la reina Isabel II se aseguró que Angela pueda escribir un tercero. Evidentemente, este último compendio de sus memorias tratará de los últimos años con la reina y, lógicamente, de los días finales de vida de la dignataria.

No sólo eso. La reina garantizó que Kelly se quede en una casa cercana al castillo de Windsor hasta cuando ella quiera, garantía que ningún otro miembro del personal de la realeza ha tenido, pues según la tradición, una vez que termine el servicio tienen a lo más un mes para quedarse antes de ser reasignados o finiquitados

Angela Kelly ha manifestado su deseo de viajar a Estados Unidos una vez que pasen todos estos días, donde aún su presencia puede ser muy útil, sobre todo por el conocimiento que tuvo de la reina y algunos asuntos que seguramente dejó en sus manos, tratándose de alguien que contó con toda la confianza en vida de la monarca.

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