Cuando Kate Middleton era la novia del Príncipe William, el segundo heredero al trono de Gran Bretaña después del Príncipe Carlos, la Reina Isabel II le dio una rara señal a la duquesa de Cambridge para que la interpretara como la bienvenida a la familia real.
La autora real Katie Nicholl afirmó en su libro "The Future Queen" que la monarca le dijo a Kate que podía llevar su cámara fotográfica a Balmoral, algo que estaba prohibido para todas las visitas que asistían a las residencias reales.
Isabel II sabía que ella era fanática de la fotografía y veía en ella un buen partido para su nieto. "Hasta ese momento, la reina había conocido a Kate solo fugazmente durante la boda de Peter y Autumn Phillips, pero hizo todo lo posible para que se sintiera bienvenida y le dio permiso para tomar fotografías en Balmoral", escribió Katie.
La invitación a Balmoral y con esa demostración de confianza confirmó que Su Majestad estaba interesada en tener a Kate en su "círculo íntimo", señaló la autora.
"Como una mujer que ha vivido toda su vida en el ojo público, la Reina rara vez baja la guardia. Y muy pocos, aparte de su familia y amigos más cercanos, han podido ver a la verdadera Isabel II", agregó.