Una fuente cercana a Frida Sofía le reveló a TV Notas que la actriz está dispuesta a demostrar su inocencia en el caso que enfrentará el próximo 19 de septiembre por supuestamente agredir a su vecina, Andrea Wilson, en 2019. “Lo estuvo pensando mucho, fue una decisión muy difícil la que tuvo que tomar, y ruega poder librarla. Si todo sale bien para ella, pues excelente, pero si no, es ir a juicio con la posibilidad de cárcel”, comentó.
Según el informante, Frida está consciente de que pueden deportarla y quitarle su residencia americana pero para ella es importante que se sepa la verdad y no la acusen injustamente. “Admitir su responsabilidad y tener el riesgo latente de ser deportada cuando por fin ya había obtenido su residencia americana y todo lo que ha logrado allá”, dijo.
Por lo que comentó, la hija de Alejandra Guzmán "está en riesgo de perder la residencia que le costó más de una década conseguir". "Frida alegará que actuó en defensa propia y espera obtener un resultado positivo, aunque sabe que puede jugar en su contra el juicio de lo del restaurante a principios de este año, sobre todo porque exhibe su personalidad violenta. Le aterra la cárcel, pero también ser deportada", agregó la fuente sobre lo que podría pasar ahora que se presente ante las autoridades.
Fue en 2019 cuando Wilson dio a conocer que la nieta de Silvia Pinal la agredió y hace unos días la polémica se retomó, pues un programa de televisión filtró videos de lo que había sucedido en aquella ocasión en la que se puede ver que unos policías llegan a la casa de la empresaria quien asegura que su vecina llegó en estado inconveniente, por lo que se defendió ante los ataques.
Supuestamente, Andrea y Frida habían planeado una salida a comer aunque nunca fueron al lugar por lo que pasó. “Ella me dijo: ¿Por qué no vas a salir?, ¿Por qué eres tan antisocial?. Yo le dije: Sí, por gente como tu. Vete de mi casa”, le dijo Frida. Por otra parte, la segunda versión indica que la también modelo empezó el pleito. “Yo acababa de llegar, subí y estuvimos ahí cinco minutos. Le dije 'oye yo quiero ir a comprar unas arepas' y me empezó a decir varias palabras”.