El Príncipe Carlos comenzó con una rutina de visitas matutinas diarias a la Reina Isabel II en la residencia veraniega de Balmoral. Según fuentes de la realeza, el heredero de la Corona está muy preocupado por el creciente deterioro de la salud de su madre debido a los problemas de movilidad.
Las visitas del Príncipe de Gales se interpretan como una señal de la preocupación, ya que las citas no planificadas entre los hogares de la propiedad son inusuales.
Otra de las señales del deterioro de la salud de Isabel II fue el anuncio revelado por "The Sun" de que la monarca no asistirá al nombramiento del Primer Ministro que reemplazará a Boris Johnson, para evitar el viaje de 1.200 kilómetros ida y vuelta a Londres. La idea es que el nuevo líder británico viaje a Escocia, lo que sería un hecho sin precedentes.
Isabel II ha luchado contra los problemas de movilidad que se acentuaron más luego de que contrajera covid-19 en febrero pasado. La tradicional fiesta de inicio de vacaciones de la Reina en Balmoral también fue suspendida este año.
Otra de las rutinas de la monarca que ha estado en el trono del Reino Unido por 70 años que no se ha cumplido es la de asistir a la misa dominical, pero las esperanzas están puestas en que pueda participar de los juegos anuales de Braemar durante el próximo fin de semana.
El príncipe Andrés, de 62 años, se hospeda en la casa principal y la acompaña, debido a que se mudó el día después de la llegada de la reina este mes. El hijo caído en desgracia de Isabel II tendría conversaciones diarias con ella, pero principalmente para conseguir que lo autorice a regresar a funciones oficiales dentro de la realeza.
El Príncipe Carlos, de 73 años, ha aprovechado los tiempos libres en su agenda para pasar tiempo con ella.
Ingrid Seward, de "Majesty Magazine", dijo: “Es muy inusual que el Príncipe Carlos haga este tipo de visitas improvisadas para ver a su madre, pero es una persona muy considerada. ¿Y en quién más podría confiar ahora Su Majestad cuando el príncipe Felipe ya se ha ido?
La experta agregó que “todos piensan que normalmente se ven todo el tiempo, pero no es así. A menudo le echan la culpa a la geografía porque todo el mundo está disperso por todo el país”.
La última imagen de la Reina Isabel II fue la fotografía del 21 de julio pasado saliendo de su avión en el aeropuerto de Aberdeen, para dirigirse a Balmoral.