Un experto real afín a los duques de Sussex llamó la atención por los daños que podrían estar sufriendo Lilibet y Archie, por la enemistad que han producido las declaraciones de Meghan Markle y el Príncipe Harry contra la realeza. Las detallan como "brechas de seguridad" de los niños, quienes sufren represalias por actos que ellos no han cometido.
El biógrafo de los Sussex, Omid Scobie, criticó a los abogados del Comité Ejecutivo Real y VIP del Gobierno (RAVEC) y dijo que "no parecen tener pautas definidas y visibles públicamente para este tema".
Explicó que "si lo hubieran hecho, seguramente las sensibilidades en torno al Príncipe Andrés y sus arreglos de seguridad habrían sido objeto de un inmenso escrutinio". Y agregó: "Parece una crueldad extrema permitir al príncipe Andrés protección policial las 24 horas del día, pero no al hijo del rey. Da la impresión de que el establishment castiga a Harry, una vez más, por separarse de la realeza y compartir sus experiencias públicamente. Y, de paso, castiga a sus hijos. Eso es cruel".
Lilibet conoció a su bisabuela Isabel II para el Jubileo de Platino. Se reunieron 15 minutos con ella y la soberana declinó tomarse una fotografía con la hija de Meghan y Harry.
La defensa de Harry ha planteado en el juicio por la seguridad que mantiene con el gobierno inglés que "si bien su rol dentro de la institución ha cambiado, su perfil como miembro de la Familia Real no lo ha hecho. Tampoco la amenaza para él y su familia".
Según Express UK, la defensa jurídica expresó que "el duque no se siente seguro cuando está en el Reino Unido por las disposiciones de seguridad que se le aplicaron en junio de 2021 y se seguirán aplicando si él decide volver".
Y añadió: "No hace falta decir que él quiere volver para ver a su familia y amigos y continuar apoyando a las organizaciones benéficas que están tan cerca de su corazón. El Reino Unido es y siempre será su hogar".