El recorrido que ha tenido Meghan Markle dentro de la realeza británica no ha sido nada fácil, pues a simple vista parece que todo está bien pero es todo lo contrario. Aunque la ex actriz estadounidense está casada con el príncipe Harry, no es tan querida por algunos miembros de la familia de su esposo, específicamente por varios eventos desafortunados en su vida.
Meghan y Harry se casaron en una sublime ceremonia en el castillo de Windsor el 19 de mayo de 2018. Para muchos, esta unión sería una de las más apreciadas por el pueblo británico y la monarquía; no obstante, la relación entre Markle y la familia real se fue quebrando con el pasar de los años.
Dos años después del enlace matrimonial, el duque de Sussex anunciaba su renuncia a la realeza, conforme pasaba el tiempo, Harry se fue alejando de sus obligaciones y sus privilegios dentro de la monarquía, para mudarse a Estados Unidos con su amada esposa.
Esta ha sido considerada como una de las polémicas más sonadas durante los últimos tiempos, un evento por el que culparon a Meghan, pero no sería la única razón para ganarse el repudio de la realeza.
No cumple con los protocolos
En numerosas ocasiones, Meghan se ha negado a seguir los protocolos de la realeza, un hecho por el que sin duda alguna ha sido duramente criticada por la familia real y el pueblo británico.
Un ejemplo de ello, fue cuando nació su primer hijo, Achie; Meghan no quiso posar con el bebé en las puertas del hospital, como normalmente habían hecho la princesa Diana y Kate Middleton. La duquesa de Sussex decidió presentar al mundo a su pequeño desde el castillo de Windsor.
Manipulación al príncipe Harry
Para finales del 2019, los duques de Sussex informaron a la realeza que se tomarían unas largas vacaciones y no pasarían Navidad en Sandringham con la reina Isabel II, como ya estaba previsto, sino en su lugar, viajarían a California a estar con la madre de Meghan.
En enero del siguiente año regresaron a Londres para retomar sus compromisos reales, y fue entonces que anunciaban que decidían renunciar a sus obligaciones reales y emanciparse económicamente de la Corona. Esta fue una decisión que sin duda trajo muchas tensiones a la familia, además de la tristeza de Isabel II y el enojo por parte del príncipe Carlos y el príncipe William.
Meghan es acusada de gastar mucho dinero en sus caprichos
En una oportunidad, Meghan viajó a Nueva York para un baby shower de una de sus amigas; sin embargo, el traslado salió bastante costoso, pues medios de comunicación informaron que realizó un gasto millonario con el jet privado que contrató.
Por otra parte, Meghan y Harry hicieron un consumo bastante significativo cuando se mudaron a su residencia en Kensington a Frogmore Cottage, a las afueras de Londres. Los duques de Sussex renovaron la mansión para que luciera un poco más moderna y cómoda, por lo que gastaron 2.7 millones de euros. Este hecho fue bastante criticado porque aseguran que no era necesario y reafirmaron que fue por simple capricho de la estadounidense.
La entrevista con Oprah Winfrey
La principal razón por la que el público británico no quiere a Meghan, es por la entrevista a la periodista Oprah Winfrey, pues en dicha charla se dejó muy mal parada a la monarquía. En ese momento, Meghan acusó a la familia de su esposo de ser racista, asegurando que la trataban mal por su color de piel, además, también comentó que la familia real no la apoyó cuando habló de su salud mental.
Asimismo, Markle exhibió sus problemas y diferencias con la duquesa de Cambridge, también acusó a los medios de acosarla y no dejarla en paz por un rato. Sus acciones han tenido consecuencias, pues los ciudadanos ingleses han expresado su deseo a que el matrimonio de Harry y Meghan termine en divorcio y así el príncipe pueda regresar con su familia.