La familia de Olivia Newton-John esconde historias sorprendentes. El abuelo de la cantante fue un físico alemán que compartió con Albert Einstein y huyó de Alemania en 1933. Born, el abuelo de la protagonista de "Grease" recientemente fallecida, tocaba el piano y Einstein el violín. Y el padre de Olivia, Brinley, quien era hijo de un carpintero del sur de Gales, se unió al servicio de inteligencia de la Real Fuerza Aérea y tuvo un rol clave durante la Segunda Guerra Mundial.
Brin fue académico de Cambridge y, como hablaba perfecto el alemán, fue reclutado por la inteligencia de la RAF. Se convirtió en uno de los oficiales que arrestaron e interrogaron al lugarteniente de Adolf Hitler, Rudolf Hess, en 1941.
Newton-John participó de uno de los eventos más desconcertantes de la guerra. Hess voló a Escocia para conversaciones de paz extraoficiales. Brin lo acompaño a Londres. Mientras tomaban té, ambos dejaron los revólveres sobre la mesa.
Brin se casó con Irene, quien era escritora, fotógrafa y ecologista. Y tuvieron dos hijas y un hijo. Olivia era la menor y le encantaba escuchar las historias de su padre sobre el trabajo en Bletchley Park, en el marco del proyecto Enigma que permitió descifrar los mensajes codificados de los nazis y que los aliados ganaran la guerra.
Los padres de Olivia se divorciaron cuando ella tenía diez años, después de haber emigrado a Melbourne, Australia. La influencia musical del padre jamás abandonó a la cantante. Estuvo muchos años llorando cada vez que escuchaba música clásica. A los 15, ganó un concurso de talentos, cantando Summertime de Gershwin. Se lo dedicó a su héroe: su padre.