James Spears, padre de Britney Spears, deberá rendir declaraciones ante un juez sobre algunos aspectos de la tutela judicial que ejerció por más de una década sobre la cantante ya que supuestamente existió un mecanismo de protección que él gestionó sobre la "Princesa del pop".
Poco antes de que la tutela de la intérprete llegará a su final, se atribuyeron acusaciones contra James Spears donde especifican que él había hecho un uso fraudulento e interesado del patrimonio económico de la intérprete de Toxic, pero también medidas abusivas y denigrantes que tenían como objetivo tenerla controlada en todo momento.
De acuerdo con los abogados de la estrella de pop, James había instalado micrófonos en su habitación y tendría en su poder horas y horas de grabaciones referentes a conversaciones íntimas. Por ende, la magistrada Brenda Penny ordenó al papá de la Spears que se presentara en la corte para declarar antes del 12 de agosto para rendir explicaciones sobre el presunto espionaje del que Britney fue víctima en esos tiempos.
Sin embargo, se pudo conocer que James había tratado de evitar a toda costa esa citación judicial, de hecho, Mathew Rosengart, abogado de Britney, argumentó públicamente que las maniobras que habría desplegado el padre de su clienta para intentar sortear esa orden, podrían meterlo en graves problemas si no la gestiona con eficacia.
De ser cierto el presunto espionaje hacia la intérprete de Womanizer, James tendrá que entregar al tribunal las citadas grabaciones, los equipos electrónicos que habría utilizado y los mensajes de texto intercambiados con su antiguo abogado.
Por su parte, el papá de la artista aseguró en una declaración bajo juramento en la Corte Superior de Los Ángeles, que las acusaciones sobre esas grabaciones son falsas. “Estoy al corriente de esa acusación... Que había instalado micrófonos en su cuarto para vigilarla durante la tutela. Esa afirmación es falsa”, afirmó Jamie.