Desde el pasado 4 de junio se dio a conocer que Shakira y Gerard Piqué habían decidido separarse tras los rumores de infidelidad por parte del futbolista, que por el momento vive en su departamento de soltero en España.
Dos hijos y 12 años de relación, sin llegar al altar, son suficientes para crear un vínculo familiar, de amor y principalmente de negocio, una parte sumamente importante para ambos a lo largo de estos años pues la solvencia económica que dejan sus carreras les dio la oportunidad de adquirir bienes que ahora tendrán que repartir.
Medios locales han afirmado que Shakira llegará un juicio, si es necesario, para pelear la custodia de sus hijos; por otra parte, el defensa del FC Barcelona no permitirá que los niños se vayan de su país. Según algunos rumores, la cantante planeaba cambiar de residencia pero Gerard no quiere que sus dos hijos, Sasha y Milán, se vayan.
Probablemente en este juicio se toque el tema de los bienes, y aunque no lleguen a esta instancia, en algún punto de los arreglos deberán ponerse de acuerdo para repartir, compartir o en su caso vender las dos propiedades que adquirieron como pareja; ambas están ubicadas en España, una cerca del Estadio Camp Nou y la otra en Esplugues de Llobregat.
La que se localiza cerca del recinto del equipo dirigido por Xavi Hernández está valuada en cuatro millones 290 mil dólares y fue adquirida en 2012. La segunda compra fue por cinco millones 365 mil dólares, esta fue obtenida poco tiempo después de la primera.