El Príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, rechazaron la invitación a una fiesta de la familia real el viernes pasado en Guildhall, después del servicio de acción de gracias del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II en la Catedral de Saint Paul.
La razón de los Sussex para declinar habría sido para evitar encontrarse con el Príncipe William y Kate Middleton. Así lo informó "The Sun". Los duques que viven en California prefirieron regresar a su residencia de Frogmore Cottage para estar con sus hijos Lilibet y Archie.
Una fuente del Palacio entregó detalles al periódico sobre la ausencia de los Sussex: "Harry y Meghan estaban felices de haber pasado por Clarence House para ver a Carlos en el camino a la Catedral de Saint Paul".
“Pero después no estaban dispuestos a pasar tiempo codeándose con la familia, en la recepción donde estarían William y Kate”, agregó.
El Príncipe Harry y Meghan Markle no tuvieron contacto visual con Kate y William durante la ceremonia de acción de gracias. Y quedaron sentados lejos de ellos, a casi 10 metros, según la disposición de los asistentes reales.
Los Sussex regresaron a California el domingo y no asistieron al cierre del Jubileo, donde destacó la aparición de la Reina Isabel II en el balcón de Buckingham y el desfile multitudinario por Londres.