Durante su matrimonio, Johnny Depp y Amber Heard protagonizaron una serie de polémicas; sin embargo, una que causó mucha impresión entre sus seguidores, fue un viaje que realizaron a Australia en 2015 el cual hicieron con sus mascotas, pero no se molestaron en cumplir con los preceptivos trámites administrativos para el registro de cualquier animal que se disponga a entrar en el país.
Y es que Australia tiene leyes muy estrictas que limitan el acceso de especies foráneas en su territorio para evitar cualquier peligro o daño en sus delicados ecosistemas autóctonos. Sin embargo, poca importancia le tomó a esto la entonces pareja, pues sus perros no fueron declarados en la aduana, además que no cumplieron con la cuarentena de 10 días que también impone la normativa para prevenir la transmisión de enfermedades.
En ese momento, la actriz fue denunciada por las autoridades australianas y, por si fuera poco, Amber se declaró culpable ante el juez de haber falsificado los documentos de viaje de sus mascotas. Tiempo después del suceso, el matrimonio ofreció disculpas a través de un video en sus redes sociales e incentivaba a las personas a cumplir con las normativas de cada país.
Aunque todo parecía que el caso ya estaba cerrado, ahora el ministerio de agricultura y medio ambiente de Australia reveló que está investigando a la intérprete por un posible delito de perjurio, cometido presuntamente en los testimonios que ofreció en el juzgado hace ya siete años.
Un vocero de ese departamento reveló al programa de televisión Entertainment Tonight que el procedimiento estaba en marcha y que próximamente se podrían dar a conocer los resultados. "El Departamento de Agricultura, Agua y Medio Ambiente está investigando un presunto caso de perjurio cometido por la señorita Heard en las vistas orales relacionadas con la entrada ilegal de sus dos perros en territorio australiano", se lee en un extracto de la nota recibida por dicho medio.