La MET Gala es una de las fiestas de la moda más prestigiosas de la historia, la cual se celebra anualmente en la ciudad de Nueva York y tras cada edición, las celebridades salen a relucir sus atuendos más memorables para dejar huellas en la alfombra roja. Tal es el caso de la princesa Diana, cuya presencia causó admiración e impacto.
Lady Di apareció en la ceremonia en 1996 convirtiéndose así, en el primer miembro de la familia real británica en hacer acto de presencia en la gala, pero no sólo eso llamó la atención de los asistentes, sino que la ex esposa del príncipe Carlos causó controversia por su atuendo.
Carlos y Diana habían firmado su divorcio, poco antes que la princesa decidiera dirigirse al Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que para ese entonces estuvo organizada por Liz Tilberis, editora de Harper’s Bazaar, con el tema Christian Dior.
En ese momento, la princesa hizo historia al presentarse con un vestido lencero azul oscuro de John Galliano para Dior, con el cual llevó a juego un conjunto de joyas, conformado por pendientes y un collar de perlas con zafiros que le había regalado la Reina Isabel II por su boda con el heredero a la corona británica, Carlos de Inglaterra.
Por otra parte, el escote lencero del vestido, marcaría un hito en la vida de Lady Di debido a que fue categorizado como “el look de venganza”, elegido por la princesa para distanciarse de la etiqueta del Palacio de Buckingham tras su escandaloso divorcio.
De hecho, el atuendo resultó tan atrevido que se rumoró que la princesa había abandonado la fiesta antes del baile de gala, no por culpa del jet lag, sino más bien porque se sentía avergonzada con luciéndolo. De acuerdo a la periodista experta en la realeza, Katie Nicholl, Diana pensó en no volverlo a usar para evitar avergonzar a su hijo mayor, el príncipe Guillermo, que en ese entonces tenía 14 años de edad.
Aún así, muchas personas halagaron la riesgosa decisión de la princesa al lucir el vestido, a tal punto que se convirtió en un icono de moda de los 90's, que hoy en día vuelve a ser uno de los más utilizados, como en la celebración de la boda del hijo de David Beckham. Una vez más, Diana se adelantó a las tendencias de moda, con un diseño que 26 años después, las celebridades popularizaron como su outfit favorito para muchas galas importantes.