“Juega el juego, sin que el juego te consuma. Sé parte del juego, pero vive la vida, esto es vivir”, es el nuevo estandarte de Javier Hernández tras sufrir depresión. El futbolista tuvo la oportunidad de regresar a su tierra natal, Guadalajara, México, en donde asistió al Albergue Los Pinos para hacer, junto con su club, una donación de 10 mil dólares.
En esta visita, el jugador del LA Galaxy se sinceró con los niños y les platicó sobre la depresión que había vivido, enfermedad que lo llevó a tocar fondo. En las palabras que dirigió recalcó que “se tenía que vulnerabilizar para poder explicarse”. En torno a este tema, logró capturar cómo la felicidad no viene del dinero y expresó su sentir en torno al difícil momento que vivió.
“Me llegó la depresión porque me cansé de no ser yo. Fui siguiendo patrones con los que crecí, tenía heridas que no había sanado y vacíos que no había llenado y me llevó la depresión a tocar fondo, para aceptar que habrá un existencial que no vamos a poder llenar, nadie podrá llenarlo y no hace sentido, pero soy creyente, que entre más sueltas más te llega y es ilógico. No hace sentido la vida”, mencionó Javier quien añadió que es algo que ha aprendido sobre ser famoso.
“Parece que le venden el alma al diablo cuando llegas a ser famoso, porque no puedes ser tú, no puedes ser humano, ya no puedo ser humano”, dijo. El ex delantero del Manchester United comentó que posiblemente, durante su proceso de sanación, lastimó a muchas personas. “Puede haber hecho sentir mal a personas pero no estaba consciente que lo hice. Lo que te genera incomodidad, lo tienes adentro, pero no quieres expresarlo y es amor propio, así que me apapacho, me tengo profundo amor propio y decirme mis errores, aceptarlos pero estar conscientes, para no hacerle mal a nadie”, expresó.
Hernández enalteció la importancia de sus hijos para salir adelante, pues son ellos (Noah y Nala) quienes merecían tener una mejor versión de su padre. “Mis hijos me ayudaron mucho, ellos vinieron a decirme que no tenía de otra más que amarme para ellos ver la mejor versión de su padre. Me dejaron claro que tenía que amarme, tenía que chin*** para ellos ver a su papá pleno”.
Finalmente dio a conocer el mensaje que quería dejar. “No necesitan ser ‘Chicharito’ Hernández para ser feliz, no necesitan ser una imagen como Javier para ser felices. Ese es mi mensaje, el que he tratado de darles”, sentenció asegurando que ahora se ama más y sigue trabajando en su persona.