La princesa Charlene de Mónaco ha dicho con mucha consistencia que la relación con su esposo, Alberto de Mónaco, no tiene problemas, pero un experto en lenguaje corporal piensa absolutamente lo contrario, según informó "Express UK".
Charlene, quien padeció una misteriosa enfermedad otorrinolaringológica durante meses antes de regresar a Mónaco en marzo, asistió al Gran Premio de Fórmula Uno en Montecarlo junto con el príncipe Alberto el fin de semana pasado.
Fue la primera vez que se vio a la pareja junta en público desde que surgieron informaciones extraoficiales de que a Charlene le pagaban para aparecer junto a su esposo.
Al analizar su salida, la experta en lenguaje corporal Judi James dijo que la princesa Charlene parecía estar evitando las "posturas táctiles forzadas" con Alberto y no mostraba "ninguna felicidad genuina".
"Se puede ver a Alberto reflejando estas poses con el brazo extendido a la altura de la cintura de su esposa, pero sus poses no parecen predominar por sobre las de los pilotos", dijo James.
Agregó que "esta podría ser una decisión deliberada para ayudar a evitar alimentar la especulación y el escrutinio, con menos en juego con sus poses con los conductores de los autos que con su esposo".
James dijo además que "sería totalmente injusto esperar que Charlene, quien claramente ha estado sufriendo problemas de salud, realice cualquier pose espantosa de 'unión' con su esposo únicamente para el público".
"Seguramente sería preferible un enfoque de pequeños pasos en un momento en que claramente necesita apoyo y amor en lugar de ser empujada a algo forzado", finalizó la experta.