Desde que David Beckham ofreció unas declaraciones donde demostró su apoyo a un jugador gay, ha sido duramente criticado, ya que consideran que apoyar a normalizar la homosexualidad mientras promociona el Mundial de Futbol en Qatar (país donde el matrimonio y las relaciones entre personas del mismo sexo están prohibidos), es un acto de hipocresía por parte del esposo de Victoria Beckham.
Durante una entrevista para el medio Evening Standard, David manifestó su apoyo hacia Jake Daniels, el centrocampista del Blackpool que hace unos días reveló sus preferencias sexuales, convirtiéndose así en el primer futbolista profesional de Reino Unido en hacer público que es gay. En las declaraciones de Beckham, lamentó que vivir la sexualidad con naturalidad siga siendo una cuestión de valentía para sus compañeros de profesión.
"Es una pena que, cuando alguien sale del clóset, aún haya personas que piensen que es algo extraño. No lo es y no debería serlo. En último término, nos daremos cuenta de que hay mucha gente gay en el deporte, y de que no son diferentes al resto de los deportistas", señaló el ex futbolista británico.
Sin embargo, la revista Attitude, la publicación gay más vendida del Reino Unido, denunció a través de su cuenta oficial de Instagram la falta de coherencia entre las acciones y las palabras de David, pues alegan que el gobierno qatarí le pagó a Beckham alrededor de 13 millones de dólares para que sea la imagen del Mundial de este próximo invierno.
"Beckham se pregunta por qué los homosexuales en el deporte deberían ser diferentes a los demás. Una de las razones que David podría tener en cuenta es que en muchos lugares del mundo los homosexuales no solo están marginados y oprimidos, sino que son además perseguidos. Uno de esos lugares es Qatar, un país del que está a punto de convertirse en la imagen", dijo Attitude.
Una fuente de la revista aseguró que Qatar es un país extremadamente homófobo, donde la ley islámica castiga las relaciones homosexuales con prisión de por vida, flagelación e incluso con la muerte. Por su parte, los defensores de derechos humanos han condenado que el mundial de este año sea celebrado en Qatar, de hecho, el director del Departamento de Cooperación Internacional advirtió a los aficionados que planean viajar hasta ese país, que las banderas del arco iris de la comunidad LGBTQ+ podrían ser confiscadas.