La sudafricana Charlene Lynette Wittstock se realizó una gran cantidad de retoques estéticos desde antes de casarse con Alberto de Mónaco y convertirse en Princesa.
La ex nadadora olímpica se aplicó botox y llegó derechamente hasta las cirugías. Si bien Charlene mantiene sus rasgos y apariencia, los últimos acontecimientos de su vida resaltaron los cambios propios del paso del tiempo.
En 2008, cuando estaba de novia con Alberto, Charlene pasó por el quirófano para una rinoplastia que buscaba adelgazar su nariz. Esa fue la primera cirugía estética. En 2010 se hizo un aumento mamario, que nunca confirmaron oficialmente, pero que sí es evidente en el cambio que muestran las fotografías.
Un par de años después, Charlene se sometió a una malarplastia, que es el aumento de tamaño de los pómulos mediante a través de una cirugía ambulatoria.
Echó mano al botox en muchas oportunidades y se inyectó para rellenar las líneas de expresión del rostro y las arrugas de los párpados y contornos de los ojos. También se inyectó colágeno para aumentar el tamaño de sus labios.
Charlene de Mónaco regresó hace un par de meses al Principado después de una larga ausencia por complicaciones médicas debido, aparentemente, a un cuadro epiléptico y a una cirugía mal tratada, que le provocó una compleja infección de oído, nariz y garganta.
Charlene está en el palacio veraniego de los Grimaldi "Roc Agel" y participó en un par de actividades oficiales junto con su esposo e hijos.