Este domingo Kourtney Kardashian y Travis Barker se casaron, por tercera ocasión, en menos de tres meses. La ceremonia se llevó a cabo en un castillo medieval del poblado italiano de Portofino. La pareja estuvo acompañada de familiares y amigos que fueron testigos de la gran celebración en la incluso cantó el intérprete Andrea Bocelli.
Pero no conformes con la increíble fiesta que brindaron, la pareja se dispuso a pasar su primer día como marido y mujer a bordo de un yate de lujo en el cual convivieron con su gente más cercana, incluidos los hijos de ambos.
Ahí Travis y Kourtney saltaron al mar Mediterráneo para refrescarse. Fiel a su estilo, la creadora de Poosh usó un mini vestido negro de transparencias, mientras que su esposo optó por unos pans de Dolce & Gabbana también en negro. Los recién casados no dejaron de mostrar su amor con besos y caricias dentro de la embarcación.
Sin signos de cansancio aparente, la mayor de las hermanas Kardashian Jenner y el baterista pasaron su primer día como esposo muy felices. A Travis se le vio también saltar tomado de la mano de Reign, el hijo menor que la empresaria tuvo con su ex pareja Scott Disick.
Este viaje por la Riviera italiana fue el primer acto público de la pareja tras su boda. Las hermanas de Kourtney, Kim y Khloé, también fueron vistas en el yate de lujo, mientras que Kylie Jenner viajó temprano de regreso a Estados Unidos en su jet privado junto a su primogénita Stormi.
