Según el relato de Geraldine Bazán, Gabriel Soto mantenía una relación con Irina Baeva cuando el actor todavía estaba casado con la actriz; a través de un video de YouTube Geraldine explicó que Irina le enviaba indirectas por redes sociales anunciándole que su esposo pronto la dejaría pues ella se había convertido en su nuevo amor.
Después del escándalo que se armó entre los ex esposos, y las muestras de odio que recibió la actriz de origen ruso, finalmente Soto dio a conocer que en efecto, estaba enamorado de Baeva, aunque recalcó que no tuvo acercamiento alguno cuando vivía con la madre de sus hijos. Después de un tiempo anunciaron que se casarían, pero es mes y año que no lo han concretado.
La pareja tuvo que aplazar sus planes de boda debido a la pandemia por el coronavirus, lo que llevó a una prolongación de casi dos años; finalmente cuando habían decidido que este 2022 se convertiría en el año de su unión matrimonial, el conflicto entre Rusia y Ucrania llegó para arruinar su planes, pues la familia de la empresaria teme salir de la nación que bombardea a la de Volidmir Zelenski.
Recientemente se dio a conocer que este día los futuros esposos ya deberían haberse casado, pero al parecer el destino lo sigue impidiendo: "La boda debía haber sido el 14 de mayo, ya teníamos la fecha y todos, debía ser en Acapulco en el Sunset algo espectacular, pero ahorita estamos reprogramando", mencionó la co protagonista de El Dragón en un encuentro con los medios.
Al parecer, sería el pasado sábado cuando Irina y Gabriel se convertirían en marido y mujer, pero los problemas siguen haciéndose presentes: "Todo fue por cuestiones de vuelos, sí se puede salir de Rusia, pero antes había un vuelo directo de Rusia a Cancún, y ahorita no lo hay porque no se puede pasar por Europa porque está cerrado el espacio aéreo, entonces tenemos que buscar rutas alternativas", comentó sobre el viaje que deben hacer siete de sus familiares a tierras mexicanas y que por la guerra no han podido.
Por el momento sigue siendo una incógnita cuándo podrán unir sus vidas frente al altar, pues comentó que los "los vuelos se salen de su presupuesto" por toda la logística que implica, además el reprogramar impide que se realice en Acapulco como querían. "Ahorita no sé si va a ser en la playa o en la ciudad, no sé, estamos reprogramando un poco. Por agosto, septiembre, pero en Acapulco se nos complica un poco más por la temporada de lluvias y huracanes", sentenció.