Daniella Westbrook, quien es recordada por haber interpretado a Samantha Mitchell en la serie EastEnders, no sólo ha dado de qué hablar en varias ocasiones por las múltiples cirugías plásticas a las que recurrió en el pasado, sino también por su conocida adicción a la cocaína en la época de los 90.
“Cuando era más joven me encantaba la cirugía plástica. Me operé los pechos seis veces y creía que era invencible. Pero ahora, cada vez que me anestesian, le rezo a Dios para despertarme”, confesó hace unos días para el diario The Sun.
Y es que ahora sus problemas de osteoporosis aunados a la relación que tuvo en el pasado con la cocaína, han cobrado factura en su salud, al grado de que los huesos de su cara comenzaron a “pudrirse”, es decir, se han ido quebrando poco a poco.
Es por ello que en las próximas semanas, la británica de 48 años se someterá a cinco cirugías en el Hospital Aintree de Liverpool, con el fin de reconstruir su rostro.
“Cuando te haces mayor ves los riesgos como lo que son. Sé que estoy en buenas manos, así que quiero estar en la mejor forma posible antes de afrontar las intervenciones", declaró al medio de comunicación.
La estrella televisiva, que fue criticada en los 90 cuando su nariz colpsó a causa de sus adicciones, comentó también al diario que en los últimos años algunos especialistas se negaron reconstruir su cara o simplemente querían cobrarle cantidades muy elevadas.
"He pasado los últimos siete años intentando que alguien me arregle la cara. O se negaban, o querían cobrarme 500.000 libras (649.89 dólares). Antes de Navidad no podía respirar porque estaba resfriada. Hubo una acumulación de fluido y, después de quedarme dormida, no podía despertarme. Acabé en emergencias", agregó.