Desde que renunciaron a sus labores reales, en enero de 2021, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, se convirtieron en una pareja muy mediática, amada por unos y odiada por otros.
Aunque se había dicho que los duques de Sussex estaban en la lista de invitados a la gran boda del año, entre Brooklyn Beckham y la modelo Nicola Peltz, informes que recién salieron a la luz aseguran que los monarcas nunca figuraron en el listado a pesar de mantener una amistad cercana con los Beckham.
De acuerdo con los datos que se han filtrado, los que sí fueron requeridos eran el príncipe William y su esposa, Kate Middleton; sin embargo, los futuros reyes declinaron la invitación.
Harry y Meghan están perdiendo popularidad y amistades también en Estados Unidos, de acuerdo con expertos en temas de realeza. La novelista Celia Walden indicó que la ex protagonista de la serie Suits olvidó algo muy importante cuando decidió que Estados Unidos sería su nuevo hogar, pues la mayoría de los norteamericanos tienen un afecto especial por la reina Isabel.
"Pensé que tal vez la gente la protegería aquí, pero no en absoluto. Ella es sólo una figura divertida y el paso en falso crucial que cometió, fue olvidar que todo Estados Unidos ama a la Reina", destacó Walden en una entrevista con Dan Wootton.
Además, el hijo mejor del príncipe Carlos también fue severamente criticado luego de no acudir al servicio en conmemoración de su abuelo, el duque de Edimburgo, a un año de su fallecimiento, excusándose de no recibir la seguridad que necesitaba al pisar Inglaterra y al mismo tiempo, decidir ir a los Países Bajos como anfitrión de los Juegos Invictus.
A estas acciones se suma la polémica entrevista que dieron a Oprah Winfrey en la cual revelaron algunos secretos sobre el Palacio de Buckingham y evidenciaron el racismo de algunos integrantes de la familia real al asegurar que temían que su primogénito, Archie, tuviera un color oscuro de piel por las raíces afroamericanas de la duquesa de Sussex.