La entrevista que Meghan Markle y el Príncipe Harry le dieron el año pasado a Oprah Winfrey caló mucho más hondo de lo que se creía en la realeza británica y diversas publicaciones que han ido surgiendo lo demuestran.
Después de la transmisión de la entrevista, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado sobre las acusaciones hechas: “Si bien algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio lo que se ha dicho y la familia los abordará en privado”.
Según el autor real Robert Hardman, la entrevista impactó particularmente al hermano mayor de Harry, el Príncipe William.
En un extracto de su nuevo libro, "Queen Of Our Times: The Life Of Elizabeth II", Hardman publicó: "Para el Príncipe William, estaba la angustia adicional de ver a su hermano menor, a quien había protegido e idolatrado, lanzando cargos incendiarios y plenamente consciente de su probable impacto".
"'William', dice un amigo, 'estaba tan deprimido como nunca lo había visto'", agrega la publicación.
Otras versiones dicen que el distanciamiento de los hijos de los Príncipes de Gales comenzó cuando William le dijo a su hermano menor que quizá se estaba apresurando un poco al casarse con la ex actriz de "Suits".
Harry y Meghan se mudaron hace más de un año a Estados Unidos y viven en una mansión de 15 millones de dólares en el exclusivo sector de Montecito, California.