A 25 años de su muerte, Lady Di sigue siendo un referente de moda y estilo, y no es casualidad que hoy en día sea una inspiración para las celebridades y musa para las más distinguidas casas de diseño, incluso, siguen saliendo sus secretos más codiciados a la luz.
Como toda una princesa, Diana de Gales lucía implacable; desafiando siempre al protocolo, sus outfits han sido recreados y reinterpretados en todo el mundo y en distintas épocas, y uno de sus secretos mejor guardados era que olía siempre bien sin usar perfumes.
Gente cercana a la mamá de los príncipes William y Harry, afirman que ella quería tener un aroma especial, que la identificara y que no se pudiera comprar en una tienda comercial, pues le gustaba dejar huella en las personas con las que se cruzaba.
De acuerdo Mary Greenwell, maquillista de Diana, la princesa era aficionada de los aceites esenciales y las mezclas que lograban hacer un aroma único.
Su olor favorito era de geranio, ylang ylang, sándalo y pachuli, rosas e incienso, que le gustaba usar en ocasiones muy especiales y en eventos de gala.
El truco de Diana para conservar el olor todo el día era colocarlos en la piel limpia, por lo que lo hacía después de bañarse y que sus poros estaban abiertos para absorberlos mejor y se los ponía en puntos claves como cuello y muñecas.