La princesa Charlene de Mónaco, quien regresó a casa la semana pasada después de una misteriosa enfermedad, se sintió como un "pez fuera del agua" en las primeras salidas reales con su esposo, el príncipe Alberto.
La ex nadadora sudafricana se casó con Alberto en 2011 y desde ese día ha sido noticia por su sentido de la moda. Sin embargo, la princesa contó en "Vogue" que en ese momento estar a la moda era uno de sus "mayores desafíos".
"Poder estar a la moda sin duda ha sido el mayor desafío. Yo era literalmente un pez fuera del agua. Pensé que todo era divertido, divertido, divertido, y no pensé en mi atuendo", dijo Charlene en "Vogue".
"Había estado jugando voleibol de playa todo el día, me pinté las uñas de rojo y me puse un vestido verde. Pensé que me veía genial en ese momento, pero mirando hacia atrás, me doy cuenta de que mi debut en la sociedad de Mónaco debería haber sido mejor", agregó.
"A veces fue abrumador. Me esforzaba demasiado por complacer a demasiadas personas y, en ocasiones, corría el riesgo de perder el sentido de mí misma", dijo.
Charlene estuvo ausente del Principado durante meses a causa de sus problemas de salud. Debió someterse a una cirugía en Sudáfrica en septiembre de 2021, después de colapsar por complicaciones derivadas de una infección de oído, nariz y garganta.
A fines de noviembre de 2021 fue trasladada a Suiza para recibir tratamiento especializado por fatiga extrema. Estuvo más de un año alejada de sus hijos y de su hogar.