Luego de más de un año desde que Kim Kardashian y Kanye West anunciaron su separación, por fin la empresaria volvió a ser oficialmente una mujer soltera.
Un juez declaró a Kim, de 41 años, legalmente con el estatus de soltera en una audiencia que se llevó a cabo la mañana de este miércoles después de que el rapero, de 4 años, retrasó por varios meses el divorcio alegando un acuerdo prenupcial. De esta forma Kim deja atrás el apellido West y regresa de forma oficial al Kardashian.
El intérprete de Good Morning no se presentó en el tribunal, mientras que la integrante del clan Kardashian-Jenner lo hizo a través de una videollamada.
El abogado de Kanye dio a conocer tres condiciones para que Kim pudiera obtener por fin el divorcio; la primera tiene que ver con el dinero que recibiría la protagonista de Keeping Up With The Kardashians si su ex llegara a morir, la cual fue aceptada por el juez.
Mientras que las otras fueron rechazadas: que Kim no transferiría ningún activo que tuviera en fideicomiso, y si Kim se vuelve a casar debería renunciar al "privilegio marital", un concepto legal que protege el derecho entre cónyuges a la confidencialidad e impide que testifique uno en contra del otro.
Aunque Kanye hizo de todo para recuperar su matrimonio y su familia, incluyendo protestas públicas a través de sus redes sociales que rayaban en el acoso, un fuente cercana al cantante señaló a TMZ que él también deseaba el divorcio y convertirse de nueva cuenta en una persona soltera.
Kim solicitó desde el pasado mes de diciembre que se reestableciera su estado de soltería cuando en los documentos que entregó al tribunal expresó: "Deseo mucho divorciarme" y aunque intentó que el proceso se mantuviera en privado, West decidió hacer todo lo contrario y hablar de la "angustia emocional" que esto le causaba.
Finalmente la socialité logró su gran objetivo, recuperar su estado de soltera y su apellido oficial, Kardashian.