El regreso de la Princesa Charlene a Mónaco ha estado marcado por las especulaciones sobre qué pasará ahora con la soberana y su relación con el Príncipe Alberto después de estar fuera de Palacio por un año.
"En cuanto la salud se lo permita, la princesa podrá disfrutar de la alegría de convivir con los monegascos, algo que tanto ha echado de menos", rezaba el comunicado oficial la casa real monegasca. Pero, a la luz de los hechos, se genera inquietud de que el final de la historia sea realmente feliz.
Según la publicación española "Mujer Hoy", "aunque no hay motivos para pensar que la oficina de prensa anuncia una vuelta que no tendrá lugar, lo cierto es que esta prisa por poner a Charlene de nuevo en el foco público podría no ser del todo prudente si tenemos en cuenta que la princesa ya no cuenta a su lado con la que ha sido su amiga y confidente durante casi un año: Chantell Violet Serfontein".
La cuñada de Charlene
Chantell está casada con el hermano menor de Charlene, Sean, y se ha convertido en una de las grandes defensoras de la princesa. Vive en Sudáfrica con su marido y sus dos hijos. Es una mujer discreta y nunca se alejó de su cuñada cuando estuvo recuperándose de las operaciones que sufrió tras la infección otorrinolaringológica.
Chantell Wittstock es la única persona que ha defendido públicamente a Charlene. Se encargó de desmentir al "Daily Mail" y a "Page Six". Este último medio aseguró que la princesa "estuvo a punto de morir". Chantell respondió: "No es verdad. Tuvo dificultades a la hora de comer por todas las operaciones a las que se sometió y perdió mucho peso, pero solo porque solo podía tomar dieta blanda y líquidos".
La cercana relación de Charlene y Chantell
Fueron amigas en un principio y más tarde familia cuando Chantell y Sean se casaron en en 2013. La Princesa le solicitó a su cuñada que fuera su mano derecha en la fundación que lleva su nombre. Se especula que Chantell tiene un puesto en la junta directiva de la Princess Charlene of Monaco Foundation South Africa.
En el inicio de la pandemia, Charlene confiaba en ella para ser la imagen pública de la fundación en la recaudación de fondos.
Chantell y Sean viven juntos con sus dos hijos, Reigen y Aiva Grace, en Johannesburgo. Hasta allí fueron el príncipe Alberto y sus dos hijos el verano pasado cuando aún no se sabía la gravedad de los problemas de la princesa.
Ahora, Charlene deberá asumir el difícil retorno al Principado sin la compañía de su mayor aliada.