El conflicto entre Rusia y Ucrania despertó las alarmas sobre un tema que parecía ya archivado: una guerra con armas atómicas. Ante esto, la reina y otros miembros de la familia real forman parte de un plan de protección en caso de un ataque nuclear.
La Operación Python se creó en 1986 para garantizar que todos los miembros de la realeza y otras personas importantes de Downing Street se dispersen en diferentes partes del Reino Unido y estén a resguardo.
Las ubicaciones incluyen yates, búnkeres, transbordadores de pasajeros, entre otros. Estos lugares deben estar bien equipados con suministros alimenticios e instrumentos de comunicación.
"Si ocurriera una 'emergencia catastrófica' de nivel tres, como un ataque nuclear o un desastre natural, todavía hay planes para mantener a salvo a los miembros de la realeza más importantes", informó "Express.co.uk".
"Pero la Operación Python, elaborada por la Oficina del Gabinete, la Secretaría de Contingencias Civiles, el Ministerio de Defensa y la protección diplomática, naturalmente debe mantenerse en secreto. Lo que se sabe es que es probable que la realeza se disperse lejos de Londres", explica la publicación.
Los "royals" serían desplazados a residencias reales famosas, incluidas Balmoral y Sandringham. Se prestaría especial atención a la Reina Isabel II, al Príncipe Carlos, el Príncipe William y sus hijos, quienes son considerados como la línea de sucesión directa de los Windsor.
"La idea de distribuir a nuestros líderes en diferentes lugares sería la mejor manera de garantizar que nuestro gobierno siga existiendo después de la guerra nuclear", explicó el medio.