La Reina Isabel II luchó en privado con la angustia que le provocaron los divorcios de tres de sus cuatro hijos, según un nuevo libro que está por salir a la venta.
En la biografía titulada "Queen of Our Times: The Life of Queen Elizabeth II", escrita por Robert Hardman, el autor detalla el dolor que soportó la reina durante los divorcios del príncipe Carlos, el príncipe Andrés y la princesa Ana.
"Aparentemente estoica, como siempre, la reina estaba encontrando que las conversaciones de divorcio eran profundamente perturbadoras", señaló Hardman en el libro, según constató "People".
"Otro ex miembro de la Casa recuerda que, de vez en cuando, aparecía un atisbo de su desesperación", agregó. Se espera que la biografía se publique el 5 de abril próximo.
"Se angustiaba mucho más de lo que aparentaba", le dijo un ex miembro del personal a Hardman. “Le dije: 'Señora, parece estar sucediendo en todas partes. Esta es una práctica casi común'. Pero ella solo dijo: '¡Tres de cuatro!' con pura tristeza y exasperación. No se debe subestimar el dolor por el que pasó".
Según el libro, la reina mantuvo su compostura estoica, sin importar lo malos que pudieran ser los asuntos privados. En la biografía, Hardman detalla su "annus horribilis", o su horrible año, en 1992.
El peor año de la Reina Isabel II
"Recuerdo una sola ocasión en la que fui a verla y ella exclamó: '¡No! ¿Qué sigue ahora?'", le dijo a Hardman su exsecretario de prensa, Charles Anson. "El problema a veces era vergonzoso, pero ella siguió adelante".
Su exsecretario de prensa agregó que "la reina nunca fue corta, nunca irritable, siempre estuvo completamente estable".
En 1992, un incendio destruyó parte del Castillo de Windsor. También fue el final de los matrimonios de Andrés y Ana. Además, la Reina Isabel II estaba luchando contra los escándalos que rodeaban a la princesa Diana y al príncipe Carlos.
Hardman dice que la reina canalizó la compostura que era habitual en la reina madre al lidiar con el divorcio de los Príncipes de Gales.
"La estrategia de su madre en estas situaciones, que era continuar como si no estuviera sucediendo nada, le había valido el apodo de 'avestruz imperial' entre el personal real", escribe Hardman. "La respuesta de la Reina, como siempre, fue seguir el ejemplo de su madre".
Sir Major John, quien trabajó en estrecha colaboración con la reina durante ese tiempo, le dijo a Hardman que siempre le recomendaba: "Las tormentas vendrán y se irán. Algunas son peores que otras".
“Pero ella siempre bajará la cabeza y los atravesará. La Reina siempre ha vivido según la doctrina: 'Esto también pasará'", añadió.