Desde que el príncipe Harry dio a conocer que renunciaba, junto a su esposa y dos hijos, a sus labores como integrante de la Familia Real, en enero de 2021, el heredero ha demostrado sentirse muy cómodo con su nueva vida en Estados Unidos, lejos de la monarquía inglesa.
El nieto de la reina Isabel II se ve cada vez más alejado de las inflexibles reglas y protocolos que debía seguir como miembro de la realeza, así lo demostró recientemente cuando participó junto a su esposa, Meghan Markle, en los premios NAACP que se llevaron a cabo en el Auditorio Cívico de Pasadena.
Tras bambalinas Harry fue visto mientras abrazaba a la actriz y cantante Jennifer Hudson, un simple acto que está prohibido para los descendientes de la soberana, ya que nadie que no sea de la realeza puede tocarlos.
Las imágenes en donde está el príncipe junto a Hudson se compartieron a través de la cuenta @_duchess_of_sussex. Pero esta no es la primera ocasión que Harry se sale del protocolo, lo mismo sucedió hace unas semanas durante el Super Bowl, cuando se encontró con el actor Cedric the Entertainer en el backstage a quien saludó de mano e incluso estuvo sin cubrebocas.
El duque de Sussex, de 38 años, en la actualidad vive en una mansión, valuada en 14 millones de dólares en la exclusiva zona de Montecito, California, y todo parece indicar que ser una celebridad entre las estrellas de Hollywood le sienta muy bien.
La ceremonia de los premios NAACP se convirtió en el primer gran evento de Hollywood de los duques de Sussex pareja desde que decidieron alejarse del Palacio de Buckingham.