La entrega de los premios NAACP, en donde Meghan Markle y el Príncipe Harry fueron galardonados el sábado pasado, fue el evento más importante al que han asistido los Duques de Sussex en los dos años que llevan viviendo en Norteamérica.
Por lo tanto, la ocasión especial ameritaba una presentación impecable. Harry llegó con un smoking negro, en tanto que Meghan lo hizo con un vestido de seda a la medida diseñado por Christopher John Rogers, avaluado en 2.600 dólares.
El ex estrella de "Suits" además llevaba puestas joyas por un total de casi 9 mil dólares, sin contar con el anillo de compromiso, que está avaluado en US$ 348 mil.
El Premio de los NAACP es un reconocimiento a los logros especiales y al servicio público. Los ganadores anteriores incluyen a Muhammad Ali, Jesse Jackson, LeBron James y Rihanna.
Durante mucho tiempo, la pareja real ha puesto sus preocupaciones en el dominio público al pedir un mundo de igualdad y justicia para todos. Por este motivo, la duquesa recibió críticas en las redes sociales por su ostentosa apariencia, algo que no consideran coherente con su discurso.
"Es seguro decir que vengo de un entorno muy diferente al de mi increíble esposa", dijo el Príncipe Harry el sábado pasado en la ceremonia.
Agregó que "nuestras vidas se unieron por una razón. Compartimos el compromiso de una vida de servicio, la responsabilidad de enfrentar la injusticia y la creencia de que los más ignorados son los más importantes para escuchar".