La vida de Meghan Markle y el príncipe Harry cambió de forma drástica desde que en 2020 decidieron renunciar a la Familia Real lo que los llevó a un nuevo comienzo en Estados Unidos junto a sus dos hijos, Archie y Lilibet Diana. A dos años de su partida de Inglaterra, la pareja ya no tiene intenciones de regresar y tomar sus respectivos puestos como parte de la realeza.
“La duquesa de Sussex no tiene intención de regresar a un país donde ya no es bienvenida”, mencionó Tom Bower, experto temas de la monarquía británica. Esto se demuestra día con día pues la tranquilidad de los duques de Sussex en su hogar en Montecito no se compara con las exigencias a las que estaban sometidos al lado de la reina Isabel II, aunado a la presión social del país natal del príncipe y los allegados que no estaban de acuerdo con su relación, como el príncipe William.
“Por el momento, el destino final de Meghan Markle no está claro, pero desde luego tiene el respaldo para dar el salto a la política estadounidense”, expresó Brown. Lo anterior se debe a que desde hace un tiempo se había mencionado que Markle podría estar en el radar de la política en Estados Unidos, su cercanía con Hillary Clinton y el apoyo constante por el derecho a las mujeres la hizo candidata a un puesto, incluso algunos medios mencionaron que podría postularse para presidenta.
Hasta ahora se sabe que el segundo hijo del príncipe Carlos y la ex actriz seguirán con su relajada forma de vivir; Oprah Winfrey, Ellen DeGeneres, el Super Bowl LVI, las organizaciones internacionales en las que participan, entre otras cosas, son testigos de esta nueva etapa de los duques en la que han intentado llevar el día a día lo más normal posible.