La entrega de un premio por la defensa de los derechos humanos supone imaginar un ambiente extremadamente formal. Pero el Príncipe Harry se encargó de entrada de distender la escena con una broma que generó las carcajadas inmediatas de los asistentes el miércoles por la noche.
El príncipe Harry partió bromeando sobre la condición de ser padre. "No salimos mucho en estos días porque nuestros hijos son muy pequeños así que esto es completamente inesperado. Seré honesto contigo, Kerry, pensé que solo íbamos a tener una cita nocturna, así que descubrí que es bastante extraño que estemos compartiendo la habitación con 1.500 personas".
Kerry Kennedy, presidenta de la organización Robert F Kennedy Human Rights que organizaba la ceremonia, se largó a reír al igual que todo el resto de la audiencia.
Para finalizar el momento de hilaridad, Harry dijo: "Pero es bueno compartir una cita nocturna con todos ustedes, así que gracias por venir".
Meghan intervino: "Gracias por invitarme a esta noche tan especial". Harry se salió del libreto y le dijo: "De nada", lo que generó más risas.
Hablando más en serio, los Sussex dijeron que su guerra contra la "opresión" acababa de comenzar como agradecimiento al premio entregado en la lujosa gala Ripple of Hope.