El momento dramático en la gala Ripple of Hope fue cuando la galardonada Meghan Markle habló sobre su lucha contra los pensamientos suicidas mientras era integrante de la Familia Real.
La ex estrella de "Suits", quien tenía a Harry a su lado, dijo: "Simplemente ya no quería estar viva", y agregó que la primera vez que externalizó todo fue el año pasado en la entrevista con Oprah Winfrey.
La duquesa explicó que la salud mental puede ser un problema cuando "no le ves una salida" y señaló que "muchas personas en todo el mundo se sintieron como yo cuando quedaron atrapadas en los aislamientos por el covid-19".
"No fue una decisión fácil de tomar, como pueden imaginar. Y hablé en la entrevista porque no quiero que nadie se sienta solo. Cuando has pasado por algo desafiante, ese aumento en el número de personas posiblemente tiene una experiencia que quizás no estén expresando. Todos necesitamos, cuando podamos, si nos sentimos lo suficientemente valientes, simplemente hablar honestamente sobre su propia experiencia", dijjo Meghan ante una audiencia expectante.
Añadió: "Le da a otras personas el espacio y el coraje para hacer lo mismo pero, más que eso, para sentir que realmente no estás solo, porque creo que a menudo ese es el mayor obstáculo cuando te sientes así. Que no le ves una salida".
"Estaba realmente avergonzada de decirlo en ese momento y avergonzada de tener que admitirlo especialmente ante Harry, porque sé cuánta pérdida ha sufrido, pero sabía que si no lo decía, entonces lo haría. Simplemente ya no quería estar viva", explicó.
Los Sussex fueron premiados por lo que los organizadores de la Fundación Robert F. Kennedy por los derechos humanos que lo galardonó por su "compromiso inquebrantable con el cambio social y el trabajo para proteger y promover la equidad, la justicia y los derechos humanos".