Los Príncipes de Gales no son buenos para mostrar su afecto en público. Pero la noche del viernes, durante la entrega de los premios Earthshot, William regaló un momento dulce con Kate que no pasó inadvertido.
Después de tres días duros en Boston, durante su primera gira en ocho años por Estados Unidos y que coincidió con el controvertido lanzamiento del trailer de la serie de Meghan y Harry en Netflix, el heredero al trono británico se dio un instante de espontaneidad junto con su esposa.
La pareja real ingresó tomada de la mano cuando entraron al MGM Music Hall en Fenway. Fue lo primero que llamó la atención de los fotógrafos que los siguen y de los fanáticos reales en las redes sociales.
William y Kate habitualmente mantienen una ligera distancia en todos sus compromisos públicos, tal como lo harían más tarde en la sesión de fotos del evento que premia las iniciativas ecológicas.
No era lo único. Más tarde regalaron un momento tierno cuando estaban sentados en la mesa. William colocó su mano en la espalda de Kate. Ambos se inclinaron levemente para hablar en voz baja y compartir frases de apoyo mutuo.
Kate llamó la atención con un ajustado vestido de alquiler verde y con un collar de su suegra, la princesa Diana de Gales, avaluado en 15 millones de dólares. Pese a lo ostentoso de la joya, fueron los dulces gestos de la pareja los que más llamaron la atención.