La princesa Charlene de Mónaco (44) una vez más se ve invadida por la tristeza, al tener que despedir al arzobispo Bernard Barsi, quien falleció a los 80 años de edad. A través de un comunicado, los príncipes de Mónaco externaron sus condolencias y dejaron ver el cariño y respeto que tienen por el religioso.
“Su alteza real, el príncipe Alberto II y la princesa Charlene lamentan con profunda tristeza el repentino fallecimiento del monseñor Bernard Barsi, arzobispo emérito de Mónaco” dice una primera parte del documento, en la cual se resalta además una breve biografía del padre, quien nació en Niza y en donde pasó sus últimos días tras retirarse de su servicio.
“El Principado guarda el recuerdo de un hombre de fe apasionado, apegado al sacerdocio y a los valores del Evangelio, que gracias a su benevolencia y escucha supo hacerse apreciar por todos en la diócesis”, señaló el texto.
Su comunicado, publicado además en sus redes sociales, está acompañado por algunas fotografías del arzobispo, y una más en la cual aparece Charlene y Alberto, tomados del brazo mientras platican animadamente con Barsi. De momento no se han dado más detalles sobre una misa en su honor o cómo será despedido por la comunidad a la que sirvió por muchos años.
Para Charlene este año fue muy transitorio, después de estar internada en una clínica suiza para cuidar su salud mental y emocional, regresó a Mónaco para continuar con sus deberes reales, en medio de una serie de rumores que afirmaban una ruptura con Alberto, padre además de sus mellizos, y de otros inventados problemas de salud.