Britney Spears (41) cumplió un nuevo año de vida después de una temporada con muchos altibajos. Durante los últimos 365 días, la “Princesa del Pop” debió enfrentar situaciones complejas como la pérdida de un bebé y la publicación de los traumas que le dejó el periodo bajo tutela de su padre. En el sentido opuesto, cumplió su deseo de casarse con Sam Asghari (28).
La lamentable pérdida de su bebé
El 14 de mayo, la intérprete de Toxic vivió un día que le será difícil de olvidar. A través de sus redes sociales anunció que, junto a su entonces prometido, habían perdido a un bebé. “Es con nuestra más profunda tristeza que tenemos que anunciar que hemos perdido a nuestro bebé milagroso al principio del embarazo”, decía el comunicado compartido por la pareja en Instagram.
“Este es un momento devastador para cualquier padre. Tal vez debimos haber esperado para compartir la noticia del embarazo hasta que estuviéramos más avanzados, pero estábamos demasiado emocionados de compartir las buenas noticias. Nuestro amor mutuo es nuestra fuerza”, escribieron Spears y Asghari hablando del lamentable hecho.
Su polémico matrimonio con Sam Asghari
Britney Spears y el modelo iraní-estadounidense contrajeron matrimonio el 9 de junio, luego de una relación de seis años. El feliz día de la intérprete estuvo marcado por una polémica. Su ex esposo, Jason Alexander, irrumpió en casa donde se realizaría la boda, lo que activó un procedimiento policial que retrasó algunas horas la celebración.
A pesar del inusual episodio, la artista pudo celebrar el importante día junto a 100 invitados en su mansión ubicada en California. A través de sus redes sociales mostró su felicidad por llegar al altar y estar acompañada de famosas amigas. Entre las asistentes estuvieron Selena Gomez, Donatella Versace, Madona, Drew Barrymore y Paris Hilton.
Las fuertes acusaciones contra su padre
Tras lograr el término de la tutela que mantenía a James Spears como encargado de la cantante, Spears comenzó a realizar revelaciones en su cuenta de Instagram. A comienzos de octubre publicó un largo texto en el que detalló algunos de los maltratos a los que habría estado sometida bajo el cuidado de su padre.
La intérprete de Gimme More calificó a su progenitor como un “perro” y arremetió en contra de él por haberle arruinado su vida. Confesó que su padre la encerró durante cuatro meses sin su consentimiento, que cuestionó su cuerpo, además de acusarlo de estar “siempre borracho” y de que era el culpable de no sentirse cómoda con su aspecto.
El daño que su padre le hizo, advirtió la artista, será algo que no olvidará fácilmente. “¡Todas las mañanas me despierto y cada noche antes de irme a dormir le rezo al put* Dios que recibas solo 5 minutos del dolor que sentí en ese lugar durante 4 meses! ¡Rezo para que te quemes en el infierno, lo siento hijo de put*!”, expresó la artista.