El Príncipe Harry no duda ni un instante en decir cuál fue el costo más duro de asumir tras el Megxit: el deterioro de la relación con su hermano William.
Desde que los dos adolescentes de 15 y 12 años tuvieron que caminar detrás del ataúd de su madre camino a la Abadía de Westminster e insensiblemente televisados a todo el mundo, los hermanos se mantuvieron férreamente unidos. Hasta que se produjo el Megxit.
"Creó esta brecha entre mi hermano y yo", explica Harry en el momento que aparecen imágenes de fondo de ambos jugando en un viejo camión de bomberos.
"Él ahora está del lado de la institución. Y parte de eso lo entiendo", explica Harry, quien agrega que "esa es su herencia, así que hasta cierto punto ya está arraigado en él que parte de su responsabilidad es la supervivencia de la institución".
El duque de Sussex añadió: "Creo que desde su perspectiva, tenían que creer que se trataba más de algo de nosotros y los problemas que teníamos en lugar de la parte de ellos, los medios de comunicación y toda esa relación que nos estaba causando tanto dolor".
"Vieron lo que querían ver", resume Harry.
La Reina Isabel II
El hijo menor de Carlos y Diana no culpa a su abuela, la Reina Isabel II, por cómo resultaron las cosas.
"Hay que entender desde la perspectiva familiar, especialmente de ella, que hay formas de hacer las cosas. Y su misión más importante es ser la responsable de la institución", dijo.
"La gente a su alrededor le decía a la Reina: 'Esa propuesta de estos dos que trata de A, B o C la están haciendo para atacar a la institución'. Así que ella seguirá los consejos que le estén dando".