Una de las grandes sorpresas que tenía guardado el documental Harry & Meghan de Netflix era la participación de Ashleigh Hale, la sobrina de Meghan Markle que nadie tenía idea que existía.
Ashleigh se presentó como abogada de inmigración de San Francisco y dijo que fue criada por sus abuelos paternos en lugar de su madre, la media hermana de Meghan, Samantha Markle, quien tiene demandada a la duquesa de Sussex.
En el tercer capítulo de la serie, Ashleigh explica cómo tomó contacto con su tía Meghan cuando ya era adulta y se convirtieron en amigas cercanas. Incluso, la ex actriz de "Suits" la invitó a irse de vacaciones juntas.
"Hay como un elemento de hermana, hay algo maternal, ella es una mejor amiga. Quería una hermana y ella era como una hermana pequeña", dijo Meghan.
El momento triste fue cuando Meghan no pudo invitar a Ashleigh a su matrimonio por expresa recomendación de la realeza debido a la controvertida relación con Samantha. Ashleigh lloró en cámara cuando contó el hecho.
"¿Cómo explicamos que esta media hermana no esté invitada a la boda, pero la hija de la media hermana sí? Y así, con Ashleigh, la única opción en ese momento era no tenerla en la boda", detalló la duquesa.
Hale dijo estar "herida en algún nivel, pero entendí de dónde venía" y agregó que "saber que fue gracias a mi madre biológica que esta relación, que es tan importante para mí, se vio afectada de esa manera. Ha sido difícil".