Sin duda, en la actualidad Jennifer Lawrence (32) es una de las actrices más reconocidas dentro de la industria del entretenimiento hollywoodense, y aunque ahora goza de los beneficios del éxito, su llegada a la fama no fue fácil y tuvo que luchar en contra de las presiones que impone el ritmo de vida del cine.
Jennifer dio su gran salto luego de participar en la franquicia de Los Juegos del Hambre, donde interpretó a Katniss Everdeen, pero el proceso estuvo marcado por las constantes exigencias de la productora, lo que ocasionó que ella y sus compañeros de rodaje, Liam Hemsworth (32) y Josh Hutcherson (30) cayeran en un espiral de consumo abusivo.
En una entrevista que la actriz dio recientemente con The New York Times confesó que luego de terminar de trabajar, ella y sus compañeros bebían alcohol y fumaban marihuana en exceso. "Los chicos y yo siempre volvíamos a nuestro hotel y bebíamos whisky y nos drogábamos. Lo hacíamos para ayudar a sobrellevar las intensas presiones de la fama, que nos hacían sentir como una mercancía", comentó la intérprete.
Jennifer Lawrence luchó con los excesos tras llegar a la fama
Si bien, este periodo fue un pasaje oscuro en la vida de la protagonista de Operación Red Sparrow, ella lo recuerda con gratitud. En conversación con el medio estadounidense, Lawrence aseguró que dejó en el pasado este tipo de conductas y actualmente está enfocada en su familia y su carrera, por lo que bromeó diciendo: "A mi suegra le va a encantar esto. ¡Ya no lo hago, soy mamá!".
La actriz también confesó que su último acercamiento a las drogas fue en el rodaje de la película Don't Look Up, en la que trabajó con Leonardo DiCaprio. Según comentó Jennifer Lawrence, se drogó para hacer más real una toma, "puedes decírselo a los periodistas, pero que nadie se lo diga a mi suegra", agregó la intérprete.