Recién estos días, cuando ya su disfraz de Halloween es parte de una historia que en todo caso quedará para los anales de la celebración, la modelo Heidi Klum (49) ha empezado a dar detalles de lo que significó para ella estar dentro de ese cuestionado disfraz de gusano.
Con motivo de su vigésima primera edición de su fiesta de Halloween, la modelo alemana dijo que había decidido disfrazarse de gusano, aun cuando no se percató hasta bastante avanzado el proceso de caracterización que se enfrentaría al temor de sufrir asfixia.
"Le dije a mi esposo: 'Por favor, no me dejes boca abajo y me asfixies', porque me preocupaba que, en algún momento, no me quedara oxígeno. Me preocupaba quedarme atrapada así y no poder respirar y se olvidan de mí. Se te pasan cosas locas por la cabeza”, recordó Klum a Entertainment Tonight.
"Fue extraño estar allí, porque nadie realmente puede escucharte. Todo está amortiguado en todo momento. Así que todo está apretado y hace mucho calor. Es como una ducha. Está goteando, goteando, goteando y sí, no puedes hacer nada. No puedes rascarte, no puedes señalar", comentó la súper modelo, quien estuvo en la celebración acompañada de su esposo, Tom Kaulitz, quien estaba disfrazado de pescador que usaba el gusano como cebo.
El traje, que motivó muchas críticas en redes sociales por su aspecto algo repugnante, supuso un gran esfuerzo puesto que las prótesis tenían unan forma acanalada que cubría el cuerpo por completo, salvo unos espacio para la boca, los ojos y unos agujeros para que la modelo usara unos zapatos.
Klum afrontó la desesperación de no poder moverse libremente con mucha disciplina, hasta que terminó su paseo por la alfombra roja del evento y pudo ocupar su otro vestuario, que semejaba un gato transparente adornado con piezas que parecían cristales y tacones, aunque mantuvo solo la máscara del gusano.