La princesa Charlene (44) y Alberto de Mónaco (64) llegaron a Nueva York para participar de la ceremonia de los Premios Fundación Princesa Grace. La elegancia de la pareja coincidió con una aparición internacional que se había hecho muy poco frecuente en el último tiempo, como es la de salir del Principado y, más aún, cruzar el Atlántico.
Los príncipes de Mónaco fueron los anfitriones de los premios que celebran el arte emergente y que son entregados por la fundación de la que Alberto es vicepresidente y que fue creada en honor a la actriz Grace Kelly, madre del príncipe y difunta princesa de Mónaco.
En la edición de este año, celebrada en Manhattan, el príncipe Alberto apareció luciendo un esmoquin negro, con una camisa blanca y una corbata de moño. En contraposición, Charlene de Mónaco lució un vestido estampado con coloridas flores diseñado por Terrence Bray. El vestido largo, sin mangas y con cuello a la caja, llamó la atención por los dibujos que parecían pintados a mano con pintura al óleo.
Charlene lució junto al atuendo de inspiración artística, un collar que tiene incrustado un lujoso diamante que nunca antes había sido mostrado en público. El collar La Vie en Rose fue creado por el diseñador Lorenz Bäumer e incorpora un gran diamante encontrado en una mina australiana. La lujosa joya fue bautizada por la realeza monegasca como Diamante Grace, en honor a la princesa fallecida en 1982.
El diamante púrpura y rosa, de 1,79 quilates, cortado y pulido a mano, fue adquirido por la firma Maison Mazerea con la ayuda de la Fundación Princesa Grace en 2021 y, según explican en el sitio web de la joyería, se espera que en los próximos años se retire del collar que Charlene utilizó en la entrega de los galardones para convertirlo en nuevas joyas.