La familia Real quedó desconcertada cuando supo que Meghan Markle y el Príncipe Harry bautizaron a su hija nacida en Estados Unidos como Lilibet Diana, según el libro "Elizabeth: An Intimate Portrait" del biógrafo Gyles Brandreth. Pero la Reina Isabel II dijo que el nombre era "muy bonito y parece correcto".
Lilibet era el apodo de Isabel II que le colocó desde pequeña su padre, el rey Jorge VI, y que solo muy pocas personas fuera de su familia inmediata usaron para llamarla.
Brandreth explicó: “Según los Sussex, Harry buscó el permiso de su abuela para usar el apodo de su familia como el nombre de la undécima bisnieta. Según la Reina, Harry le dijo que los Sussex querían llamar a la bebé 'Lilibet' en su honor y ella aceptó su elección de buena gana, tomándolo como el cumplido que pretendía ser".
Y agrega que “otros integrantes de la familia encontraron la elección 'desconcertante' y 'bastante presuntuosa', dado que 'Lilibet' como nombre siempre había sido íntima y exclusivamente de la Reina".
"Más tarde, la Reina dijo: 'Escuché que la están llamando 'Lili', que es muy bonita y parece perfecta'".
La Reina Isabel II pudo conocer a su bisnieta Lilibet en junio de este año, durante el Jubileo de Platino, cuando la pequeña visitó el Reino Unido y que coincidió con su primer cumpleaños.
Brandreth también dijo que la Reina hizo todo lo posible para dar la bienvenida a la duquesa de Sussex a la familia y desestimó la controvertida entrevista de la pareja con Oprah Winfrey calificándola como "tonterías de la televisión".
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