La vida del rey Carlos III (74) siempre ha estado expuesta a la opinión pública, y al ser el heredero de la reina Isabel II siempre se enfrentó a una gran presión. Si bien el actual monarca ha sabido lidiar con lo que significa ser un miembro de la familia real, en algún momento estuvo al borde de un ataque de nervios.
Uno de los momentos más difíciles de su vida fue cuando su matrimonio con la princesa Diana se desmoronaba mientras la prensa entregaba detalles de su infidelidad. Los titulares y el constante acoso de los medios afectaron a la familia real, y no solo a los miembros implicados, sino que la polémica también salpicaba a los entonces niños William y Harry.
El estar atrapado en un matrimonio sin amor llevó a que el entonces príncipe Carlos entrara en una compleja depresión, según relató el autor y biógrafo Christopher Andersen en entrevista con Fox News Digital.
Rey Carlos III sintió que no tenía motivos para vivir
La escandalosa relación que Carlos tenía con la actual reina consorte causó una de las más grandes polémicas dentro de la familia real británica, sobretodo porque la opinión de la prensa y la población responsabilizaban al monarca de que su matrimonio fallara.
Según comentó el experto real, el padre de William y Harry “se había hundido en una profunda depresión durante el transcurso de su primer matrimonio”. Los constantes ataques que recibió lo llevaron a estar al borde de un ataque de nervios.
El escritor reveló que en ese entonces el rey Carlos III pensaba “no tengo nada por qué vivir”, y estaba aterrorizado por las graves repercusiones que sus acciones podrían tener para sus hijos, la familia real y la monarquía misma.