La estrella de Hollywood Jennifer Lawrence (32) se casó en el 2019 con el galerista de arte Cooke Maroney (38), y a pesar de que estaba muy enamorada, estuvo a punto de perderse su boda debido a que padece fobia al compromiso. Recientemente la galardonada actriz reveló cómo fue ese momento de su vida en conversación con el periódico New York Times.
Si bien, ahora está muy feliz con la decisión que tomó, en aquel momento la intérprete estaba participando del rodaje de la película Resurgir, que será estrenada en los próximos días, cuando comenzó a sentir ansiedad. “Cuando no te conoces completamente a ti mismo, no tienes idea de dónde ponerte”, comentó Jennifer Lawrence.
“Y luego conocí a mi esposo, y él me dijo: 'Póngase aquí'. Yo estaba como: 'Eso se siente bien, pero ¿y si no lo es?'”, agregó la actriz. El planificar una boda siempre conlleva un gran trabajo, pero hasta que su matrimonio llegó, Jennifer no era consciente de que se sentía incómoda con su compromiso.
Jennifer Lawrence estuvo a punto de no ir a su boda
Según contó la protagonista de Los juegos del hambre, está muy contenta con la familia que está formando junto a su esposo, y se siente agradecida por no haberlo dejado plantado en el altar. “Estoy tan feliz de no haberme asustado y cancelado la boda y escapado y dicho: '¡Nunca me derribarán!'”, comentó la actriz.
A pesar de que la pareja no mantuvo una relación larga antes de casarse, para Jennifer Lawrence su matrimonio ha sido una bendición. La estrella de Hollywood conoció a Cooke Maroney solo un año antes de casarse, gracias a un amigo en común que los presentó, y en su boda estuvieron presentes algunos rostros de la industria del espectáculo, como Kris Jenner, Emma Stone, Amy Schumer y Ashley Olsen.