Kate Middleton (40) cada vez realiza más actos en solitario. Esta vez visitó el Centro Comunitario Ucraniano de Reading, la ciudad donde nació. Ahí la princesa de Gales dejó atrás sus títulos nobiliarios y mostró su lado más maternal y sensible conviviendo con los pequeños, incluso cargó en sus piernas a una niña y consoló a una mujer que rompió en llanto cuando narró todo lo que sufrió al huir, junto a sus hijos, de la invasión rusa.
La refugiada, una mujer de 39 años llamada Galina Bolebrukh, narró su desgarradora historia a una empática Kate que escuchó atenta cómo la ucraniana tuvo que ir esquivando las bombas lanzadas por el gobierno de Putin en Kiev y escapar con su hijo de tres años y su madre, dejando a su esposo en la línea de fuego.
Mientras la mujer se disculpaba por llorar y se secaba las lágrimas, Middleton la consolaba: "Es comprensible, todo lo que has experimentado", le dijo. La próxima reina de Inglaterra llegó al lugar enfundada en un abrigo en tono camel de Max&Co y un vestido LK Bennett azul con lunares dorados como un gesto a la bandera de Ucrania.
En el centro comunitario Kate reconoció a todos los ucranianos por ser “valientes y resistentes” a todo lo que han pasado, ya muy conmocionada se llevó las manos a su corazón para decirles: “Ojalá pudiéramos hacer más”.
“Le dije lo horrible y difícil que era. Tuvimos que tomar una decisión muy rápido. Solo tomamos algunas camisas y pantalones y nos fuimos. Fue muy fácil hablar con ella, tiene un gran corazón. Ella trató de hacerme sentir mejor y dijo que todo estaba bien y dijo que aquí podemos conseguir un trabajo y vivir porque no podemos volver a Ucrania", contó Galina sobre la conversación que tuvo con la esposa del príncipe William (40).
La princesa y la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, han hecho una mancuerna para trabajar en ayudar a la salud mental de las personas que huyen de la guerra.